Y terminó el mundial de fútbol. No soy para nada un fanático, pero a la larga te terminas contagiando con tanto comentario en clases de “¿quién ganó?, ¿viste el partido? , etc”. Si hasta los profesores estaban en la onda futbolera, preguntando en clases que quién iba ganando tal o cual partido.

La cosa es que esto ya terminó el, a mi parecer, mundial mas aburrido de los últimos tiempos, no solamente porque los partidos no fueron los otrora partidazos con Maradonna y su mano de oro, Platini y su gambeta; incluso ni vimos relucir al “Harry Potter” Zidane. Lo cierto es que los partidos son ahora un juego de ajedrez, bien cabeceado. No se mueve nada que te pueda provocar la perdida de una pieza, calculadora en mano se presentan los técnicos a la cancha. Y los jugadores acatan.

Habrá ganado el mejor?. No soy quien para decirlo, Brazil jugó su juego, Alemania el suyo. Lo mismo hicieron Turcos y Surcoreanos. Ni idea, el punto es que me entretuve mas durante este mes viendo partidos añejos de anteriores mundiales en el Fox Sports que madrugando a las 2:30 o 7:00 de la mañana para ver partidos de cyborgs corriendo tras un balón.

Esto se terminó caballeros, nos vemos en cuatro años más.