El fin de semana viajé a Santiago por dos razones. La primera para estar con mi novia y la segunda, para estar con «la otra», la computadora, bueno y con «los otros», los monos. No pude viajar de día como acostumbro a hacerlo los viernes ya que a ultima hora tuve clases hasta bastante tarde, asi que a viajar de noche. Y como tuve que comprar pasajes a última hora, no alcance a viajar ni en Cama ni Premium, asi que a doparme y aguantar el dolor de espalda.

Que tizzal, my frizzle? Como te puedes dar cuenta ya vamos en la edición #11 de esta sección, y cual de todas más mula…mmm… si a ti ya no te dan ganas de leer a mi no me tienta escribir, sip, aunque creo que este estado de ánimo es producto de esos días en que nada sale bien, donde la Ley de Murphy se interpone en cada uno de tus movimientos, realmente un shitty dizzay…mmm… creo que llegó la hora de acuñar un nuevo término al lingo, así como hace unos 5 o 6 años creamos con Dewback la expresión “andar en los días R” (asi que vamos pagando royalties jajajajja), Aquiles va: estos han sido días sin Carozzi.