De regreso
Ya estoy de vuelta en Concepción, de vuelta al trabajo.En Santiago aproveche de reunirme con algunos de mis amigos en el departamento de Rodrigo. Como no podía hacerse esperar, aparecieron ideas para nuevos proyectos, pero pese a todo, intentamos alejar la conversación de los bits.
La pandilla desde arriba-izquierda: Felipe, Pepón, Jci, Yo, Rodrigo, Pedro y Andrés (falta Aldo, que llegó unos momentos después).
Por mi parte el viernes aproveche de salir de compras, no hay stock para RG350DX, RG370DX, ni RG320 (y las 1500’s «Prestige» se me escapaban de presupuesto), de forma que salí de la tienda con mi tercera opción, una Ibanez RG 370JB y un Digitech RP200A junto a algunos accesorios más. Desde que llegué he estado tocando viejas canciones como «The Attitude Song» y «Answers» de Steve Vai, «Erotomania» de Dream Theater y algunas mas nuevas como «The Dance of Eternity» y «Stream of Consciousness» de Dream Theater.
La calidad de los pickup PowerSound Ibanez ya lo conocía, no es top of the line pero sí tienen un sonido bastante decente, nada que con un gain extra en la compresión no se pueda contrarrestar. La resonancia del basswood es excelente, la construcción de la guitarra en general es superior, el acabado de la pintura es excelente, sin ninguna raya ni ningun lugar sin pintar (incluso los orificios del bloque posterior del neck).
El neck Wizard II es muy cómodo y fácil de recorrer y sujetar. Me es cómodo tanto para posturas clásicas en donde la mano debe flotar mucho a licks con fuertes bends en donde el agarre del neck debe ser máximo.
El detalle que más me hacía dudar de comprar una RG 300’s es el Edge Pro II, un derivado del Lo Trs II de muy mala fama. A decir verdad, el locking ha mejorado increiblemente y la mantención de la afinación hoy pude demostrar que es perfecta. Hasta ayer, tal vez por lo nuevas de las cuerdas (unas D’Addario 0,009-0,042 recién puestas), aun les faltaba acomodarse porque luego de un fuerte uso del tremolo la afinacíon se perdía incluso siendo necesario soltar la nuez para lograr una fuerte estirada de cuerdas. Hoy eso ya no fue necesario y luego de tocar por mas de 4 horas algunas piezas de Steve Vai que usan fuertemente el tremolo («The Attitude Song» tiene unas variaciones tremendas de casi la octava completa) la afinación permaneció perfecta. En general, una buena compra.
Como siempre hay «peros» y los principales van asociados a los PSND. La definición en medios y agudos es muy buena, pero a medida que bajo, el sonido se va ensuciando. La definición en las notas más bajas es bastante pobre, por lo que hay que ecualizar muy bien el sonido para lograr una buena definición en piezas de Dream Theater en que las progresiones son usualmente bajas. Aun asi, les doy muy buena nota, pero en cuanto pueda las reemplazo por unas Steve’s Special®.
Las yemas de mis dedos ya no podrían estar mas adoloridas, toque hasta que el dolor ya era demasiado. Sobre todo en las piezas de Steve Vai, de mucho truco y arreglos con fuertes bends en donde mis muy poco acostumbrados dedos sufren bastante.
Mañana probablemente me reúna con Cristian a destrozar los ventanales de mi casa con el ruido y salga con Basilio a recibir a su primo paraguayo con la buena cerveza chilena.