Desde hace mucho que suelo utilizar kernels a medida en toda máquina que administre, pero así como se van agregando nuevos servidores a la lista, el tiempo para producir kernels «a lo sastre» se hace cada vez menor.

Comencé hace algún tiempo ya por utilizar en los Redhat y Fedora kernels empaquetados por la distribución lo que me dio excelentes resultados tanto en rendimiento como en la facilidad de actualización remota.

Tan solo me faltaba Debian, con los que suelo minimizar la automatización cuando de kernels se trata. Pues cuando ya son bastantes, es tiempo de optar por algo mas eficiente: kernels empaquetados.

Ayer migré un par a 2.6.5 empaquetado y aparte de rectificar para el uso de initrd, de la creación de los enlaces (los creó absolutos, lo que me es un problema siendo que /boot estaba en partición separada) y uno que otro módulo que çantes solía tener built-in. Cero probemas hasta ahora y ninguna diferencia notable en el rendimiento. Al resto entonces le queda su migración a «kernels empaquetados».


Junto a Felipe y Francisco.

Y el asado cuando?.