A la punta del cerro
Hoy no acababa de terminar mi almuerzo cuando Basilio me sugirió salir a dar un paseo aprovechando que el clima había mejorado, tomar algunas fotografías y conversar de la vida. El dolor de brazos ha cesado bastante y se ha transformado en una “picazón” bastante molesta, seña expresa de que realmente tuve alguna lesión algo importante; aun no puedo levantar los brazos con toda libertad, pero la molestia es ya soportable y a ratos olvidada.